Tipos de publicidad: qué es, para qué sirve y ejemplos claros para decidir canales
- Ricardo San Martín Del Castillo
- 14 nov
- 4 Min. de lectura
La publicidad es el conjunto de acciones pagadas que una marca utiliza para colocar un mensaje frente a un público específico con un objetivo medible. Aunque suele confundirse con el marketing (el paraguas estratégico que incluye investigación, precio, distribución, producto y comunicación), la publicidad es una de sus tácticas principales: paga por atención calificada. Entender qué es y para qué sirve la publicidad ayuda a tomar decisiones más objetivas sobre presupuesto, canales y expectativas de resultados.

Qué es la publicidad y para qué sirve
En términos simples, la publicidad compra espacios y formatos —digitales u offline— para generar:
Notoriedad (que te conozcan).
Consideración (que te recuerden y evalúen).
Acción (que dejen datos, coticen, descarguen o compren).
Fidelización (que repitan y recomienden).
Sus métricas más comunes incluyen alcance, frecuencia, clics, CTR, leads (CPL), ventas o acciones (CPA) y retorno (ROAS). Elegir el tipo correcto depende del objetivo y del momento del embudo.
Mapa rápido de tipos de publicidad (online y offline)
Publicidad digital
Búsqueda (SEM): capta demanda existente con anuncios que aparecen cuando alguien escribe una intención (“comprar X”, “precio Y”). Útil para conversiones y captación de leads.
Social Ads: campañas en plataformas sociales para descubrimiento, interacción y tráfico. Segmenta por intereses, comportamientos y audiencias similares.
Display y Video Online: banners y videos en medios y apps. Trabajan notoriedad y recordación; con audiencias, pueden apoyar remarketing.
Remarketing: impacta a usuarios que ya visitaron tu sitio o interactuaron con tu marca, ideal para mejorar la tasa de cierre.
Publicidad orgánica impulsada por contenido
No es “pauta” en sí misma, pero SEO y contenidos patrocinados pueden sostener resultados de mediano plazo y abaratar la pauta al elevar la relevancia.
Publicidad tradicional
Radio y prensa local: dan cobertura geográfica y credibilidad; útiles para promociones y eventos.
Exterior (OOH): espectaculares, mupis, transporte. Maximiza alcance y repetición en zonas clave.
TV conectada/OTT: combina segmentación digital con impacto audiovisual en pantallas grandes.
Patrocinios y creadores
Patrocinar eventos o colaborar con creadores/UGC genera afinidad. Funciona bien cuando hay encaje real entre audiencia y propuesta de valor.
Cómo elegir canales según objetivos y presupuesto
Piensa en un funnel práctico:
Awareness: video online, social de alcance, exterior, OTT. Métricas: alcance, vistas completas, incremento de búsqueda de marca.
Consideración: social con interacción, display contextual, contenido patrocinado. Métricas: visitas de calidad, tiempo en sitio, leads top-of-funnel.
Conversión: SEM, remarketing, social de performance. Métricas: CPL, CPA, ROAS, valor de pedido.
Fidelización: email, audiencias de clientes, promociones exclusivas, contenidos postcompra.
Para repartir presupuesto, utiliza un 70/20/10:
70% en tácticas probadas que sostienen el objetivo principal.
20% en extensiones (nuevos segmentos/formatos del canal ganador).
10% en experimentos (plataformas o creatividades nuevas).
Ejemplos de publicidad (ilustrativos)
Comercio local (servicios a domicilio): SEM con palabras clave de intención + anuncios en mapas, complementado con social de alcance a 5–10 km. Landing minimalista con botón de llamada.
E-commerce nicho: video corto para descubrimiento, carruseles de producto en social y remarketing dinámico a quienes vieron fichas o añadieron al carrito. Ofertas estacionales y pruebas A/B de envíos gratis vs. descuento.
Servicio B2B: LinkedIn con segmentación por cargo/industria, anuncio de lead gen con recurso descargable y secuencia de email de nutrición. SEM de marca y categorías para captar consultas de alta intención.
Lanzamiento de marca: UGC con creadores micro, pauta de descubrimiento en social y display contextual. Encuestas post-campaña para medir lift de recordación.
Plan de medios en 6 pasos (plantilla express)
Diagnóstico y público objetivo. ¿Quién compra, dónde y por qué? Define una hipótesis clara de valor.
Mensaje y promesa. Una propuesta por campaña; evita mezclar objetivos.
Mix de canales y formatos. Conecta objetivo, audiencia y presupuesto.
Creatividades y landing pages. Alinea mensaje, visual y oferta con la intención del usuario.
Calendario, KPIs y tableros. Periodos de aprendizaje, lectura semanal y ajustes quincenales.
Pruebas A/B y optimización. Creativo, segmentación, puja, ubicación y página de destino.
Errores comunes (y cómo evitarlos)
Objetivos difusos. Define una métrica principal por campaña.
Creatividades sin “fit”. Adapta formato y narrativa a cada canal.
Falta de frecuencia y segmentación. Ajusta pujas y audiencias para no “quemar” a la misma gente ni dispersarte.
No medir atribución. Combina modelos (last-click, data-driven) con experimentos geográficos o holdouts para validar impacto incremental.
Recursos para comparar combinaciones de servicios y presupuestos
Cuando necesites visualizar configuraciones posibles de canales y alcances, puede resultar útil revisar opciones de servicios de marketing como referencia estructurada de niveles, entregables y frecuencias. Úsalo para entender cómo se empaquetan esfuerzos (estrategia, pauta, contenido, analítica) y para estimar calendarios y cargas de trabajo, sin tomarlo como una “receta” única: cada negocio ajusta en función de sus datos y estacionalidad.
Conclusión. Dominar los tipos de publicidad no trata de estar en todas partes, sino de conectar objetivo, audiencia, mensaje y medición. Con una hipótesis clara, un mix realista y ciclos de mejora continua, la pauta deja de ser un gasto y se convierte en una inversión repetible. Empieza por un objetivo, define tu métrica de éxito, elige dos o tres canales que dialoguen bien entre sí y valida con pequeñas pruebas; los resultados te dirán dónde acelerar.


